
A C, M, J y O
Pero cuando ya habían recorrido un trecho, dijo el mayor:
-Uno de nosotros, es un simple, que no tiene más que cordura. Sin el saber, con mera cordura, nadie obtiene el favor de los reyes. Por consiguiente, no compartiremos con él nuestras ganancias. !Que se vuelva a su casa!-
El segundo dijo:
-Mi inteligente amigo, tú careces de sabiduría. Vuelve a tu casa.-
El tercero dijo:
-Esta no es manera de proceder. Desde niños hemos jugado juntos. Vengan, nobles amigos, todos tendremos parte en las ganancias.-
Siguieron su camino y en un bosque hallaron los huesos de un tigre. El cuarto de ellos dijo:
-Buena ocasión para ejercitar nuestros conocimientos. Aquí hay un animal muerto.¡Resucitémoslo!
El primero dijo:
-Sé componer un esqueleto
El segundo dijo:
-Puedo crear la piel y la carne.
El tercero dijo:
-Puedo crear la sangre.
El cuarto dijo:
-Sé darle vida-
El primero compuso el esqueleto, el segundo creó la piel y la carne. El tercero, la sangre. El cuarto se disponía a infundirle vida, cuando el quinto hombre osbervó:
- Es un tigre. Si lo resucitan, podría destrozarnos a todos.
-Tu eres el hombre simple-dijo el otro.
-En tal caso, no seré yo el que frustre la labor de la sabiduría -respondió el hombre cuerdo- pero aguarda a que me suba a este árbol.-
Panchatantra (200 A.C.)
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