lunes, 7 de febrero de 2011

Pre-existir


Quizá también sea un destino heroico
Solo nacer para vencer la nada.
Luchar por seguir luchando, aun contra gigantes
cuyas aspas sean mis brazos.
Implacables, silentes
No por ello menos elocuentes.

La moratoria del que debería saber
La memoria de quien ha elegido creer
La angustia del que persiste en comprender
El dolor que se queda sin cuerpo
No pudo ser otro mi legado.
Vine a ti sin acercarme, te quise sin querer
Nos miramos sabiendo que no nos veríamos.
¿Fingiremos no habernos visto?
¡Cómo podría!  si apreté mi aflicción contra la tuya
sin que su igual sino nos repeliera
sin dejarle resquicios al tiempo, por ese instante,
que pronto sería el que fue antes de mí.
¿Será una memoria digna, si no fiel?
¿Acaso importaría?
¿para quién?

Arrojado de nuevo al crisol
Sentiré al diluirme en la llama que no cesa
la obvia certeza 
de toda expiación:
Ser el que fui
No fue mi culpa.
Tampoco mi justificación.

ChD.

1 comentario:

  1. "Todo lo que vale la pena, es en cierto modo subjetivo", ya lo decía Nabokov. Que buenos relatos, en poesía o en prosa.

    ResponderEliminar