martes, 12 de marzo de 2013

Awakening

La realidad reveló el negativo con un rayo fulminante. Vio -no por primera vez- la deformidad de su alma que relucía como el traje nuevo del emperador.  Entendió que toda dignidad implica cierta forma de patetismo y que la suya no era la más noble. Pudo haber extendido su mano a tiempo, apaciguar su corazón, traficar una sonrisa, como había visto a otros hacerlo tantas veces. Pero algunos seres perseveran en no-ser, a su manera.

Si lo ves desde una distancia suficiente, no podrás diferenciar un mármol heroico de una pila de huesos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario